A Calais y Caudry hablar de encaje es hablar de un oficio antiguo, artesano, delicado, artístico, sensual, evocador e inspirador de los creadores de alta costura, de unas piezas que han cautivado mujeres y hombres por igual, y que siempre nos muestra una distinción, un pequeño lujo, una alegría del mirar y admirar, el detalle y la delicadeza del trabajo bien hecho. El alma de la mejor blonda reside más de 200 años después, en dos ciudades del Norte de Francia: nombrar Calais y Caudry, aún hoy, es sinónimo de Dentelle.